El invierno, ¡menuda estación!, por Efrén




Soñamos con ella,
nos deja su huella,
y al final nos aburrimos,
qué pena, de ella.

Empezamos con la esperanza de que nos traiga un buen recuerdo,
un paisaje bonito,
un paisaje bello.

Olvidamos nuestras miserias al calor de una buena estufa,
aparece de súbitamente en la comida un sabor a trufa,
 y para que el cuerpo no sufra,
ahorramos en otoño leña,
que veña, que veña
un frío rápido como un susto
que desaparezca, ¡que dios nos ampare!, abrigando nuestro busto,
siendo blanco nuestro pensamiento,
siendo blanco nuestro sentimiento.

Pasamos el día relatando nuestro sufrimiento,
viene la lluvia viene el viento
razones nos sobran para meternos dentro de un buen cobijo
un alijo de copos, una muestra de lluvias, todos faenan en la misma superficie
nos codeamos con las charlas de nuestras estaciones
antes era otoño, también fue verano, también fue primavera y de repente el invierno atendiendo a razones.

Hasta otra estación,
llegó el invierno y con razón
había sequia en nuestro corazón,
había sonido en nuestro tambor
hasta otra estación, llegó la lluvia, llegó lo peor
metidos en nuestras casas hasta darnos olor
Era la jerarquía del blanco como color
Hasta otra estación, permítenoslo señor.

2 comentarios:

Gracias por leer nuestros artículos. Esperamos poder ayudarte a comprender mejor este tipo de enfermedad. Debido a la escasez de tiempo para la gestión diaria del blog, no nos es posible publicarlo ahora, pero agradecemos muchísimo tu comentario y se publicará a lo largo de la semana. ¡Gracias!