Día de Galicia, por Mar

El día 25 de julio se celebró el gran día de Galicia, día del Apóstol. A pesar de que bajaron las temperaturas, mi hermana y yo decidimos irnos  a celebrarlo a Cangas do Morrazo. Allí íbamos los últimos años con mi madre a pasar el verano.

Al llegar nos instalamos en el hotel que teníamos reservado para pasar el puente del Apóstol.

Fueron constantes los recuerdos a mi madre, pero lo pasamos bien, tuvimos todo el tiempo ocupado. Al llegar ya quedamos con una amiga que vino de las proximidades para comer. Pasamos, después de comer, toda la tarde paseando de aquí para allá. Pronto llegó la noche y nos fuimos a descansar al hotel.

Al día siguiente, quedamos con otros amigos de mi hermana que se llaman José Antonio y Rosa, que yo ya conocía de hace mucho tiempo. Pasamos una mañana agradable en un rincón de la costa desde donde se vislumbraban las Islas Cíes y las Ons. Estuvimos sentadas en un chiringuito de esa cala hasta el mediodía. Estuvo agradable, ya que lució el sol. Después fuimos a comer a su casa, fue divertido el mediodía ya que nos pusimos a contar anécdotas. Cuando bajó el calor, salimos a dar una vuelta por Cangas. Recorrimos toda la playa de Rodeira donde nos alojábamos en unos apartamentos cerca de la playa cuando todavía vivía mi madre.

También aprovechamos para ver una feria de artesanía que había por todo el litoral.

Estaban todos los chiringuitos llenos pero no tuvimos problemas para saborear un riquísimo helado y cenar algo, todo a base de picoteo.

Todo nuestro gozo en un pozo, porque al día siguiente que era sábado, no paró de llover hasta la tarde, pero aún así aprovechamos para ver escaparates y comprar alguna cosilla.

Cuando lució el sol, nos fuimos a tomarlo a la playa hasta que  atardeció. Había una brisa muy agradable. La verdad lo pasamos bien. El tiempo pasó deprisa.

Y llegó el domingo 28 de julio y amaneció con un alba muy bonita y agradable, para no perderse un día de playa como hacía tiempo no pasaba.

Cogimos las cosas y nos fuimos paseando hasta la playa. Mi hermana aprovecho para darse un baño y yo para tomar el sol.

Después quedamos con estos compinches para despedirnos de este puente tan inesperado.