Yo de pequeño jugaba a los toros con mis
hermanos. Tenía una colección de cuernos
.hechos de carballo. Un día me dijo mi padre que los iba a guardar por si algún
día era yo torero.
Otro día estábamos jugando a los toros yo
y mi hermano y yo lo cogí un poco con el cuerno, y ¿sabes que hizo? Me los
rompió todos y se acabó la historia de los toros. Ni yo llegué a ser torero ni
mi padre pudo guardar los cuernos.
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