Historia de la Iglesia del Santísimo Cristo de Santander, por Flora


SITUACIÓN
El alto sobre el que se yergue el conjunto de las dos iglesias, que conforman la Catedral de Santander, constituye el ultimo resto del antiguo cerro de Somorrostro, elegido por los romanos para el asentamiento originario de la actual ciudad. Sus condiciones estratégicas, al ser entonces un promontorio casi completamente rodeado por el mar, desde el que se dominaba toda la bahía, determinaron la continuada presencia humana en él.
La concesión del Fuero de Santander en 1187, bajo la tutela del abad de su iglesia, motivó un importante desarrollo económico que permitió la construcción del conjunto catedralicio, entonces abadía y más tarde colegiata.

EL EDIFICIO
La actual catedral de Santander (lo es desde 1754) está formada por dos iglesias superpuestas de estilo gótico. La baja, parroquia del Santísimo Cristo, se construyó durante el primer tercio del siglo XIII; la alta lo fue durante el resto de aquella centuria, siendo reconstruída en parte , y ampliada, a mediados del siglo XX. El conjunto se completa con el claustro del siglo XIV.

LA IGLESIA BAJA.
PARROQUIA DEL SANTÍSIMO CRISTO
La iglesia baja se conserva en su integridad. Es de planta rectangular, sin crucero, y está formada por tres naves de cuatro tramos, más los ábsides de la cabecera, de factura algo posterior al resto. Puede sorprender lo robusto de las pilastras y arcos para bóvedas tan bajas pero debe considerarse que también soportan a la iglesia alta. La iconografía de los capiteles se reduce a un estilizado y sobrio juego vegetal, salvo en los pies y la cabecera donde se tallaron cabezas y escenas sencillas.
La mayor parte de las claves ostentan decoración floral, solamente en las cabeceras tienen elementos historiados (un sol en la clave del presbiterio, san Pedro en la del Evangelio y el Cordero Pascual, en el tramo central)

LAS EXCAVACIONES
Durante los años 1982 y 1983, se realizaron excavaciones arqueológicas en el suelo de esta iglesia; una parte de los cien metros cuadrados en que se trabajó puede contemplarse a través de pavimento de cristal, en la nave norte. Aquí aparecieron abundantes restos del primitivo asentamiento romano, entre los que destacan instalaciones termales y fortificaciones, así como restos de las sucesivas iglesias anteriores a la actual.

LAS RELIQUIAS DE LOS SANTOS MÁRTIRES
Las cabezas de los soldados romanos Emeterio y Celedonio, martirizados hacia el año 300 en Calahorra, probablemente fueron traídas desde esa ciudad riojana, huyendo de la invasión musulmana en el siglo Vlll. Las reliquias fueron cuidadosamente depositadas en el horno de ladrillo existente en las ruinas de los baños romanos. Sobre este monumento o “martyrium” se construyó un altar, dentro de la primitiva iglesia dedicada a los Santos Mártires; templo que fue rehecho y ampliado en varias ocasiones, la última de las cuales es el actual edificio. El culto a las cabezas de estos santos se extendió por toda la región e incluso fuera de ella, dando origen a peregrinaciones y jubileos para cuyos ritos se abría la Puerta del Perdón.
En 1533, ante el avance del protestantismo, se realiza la “profanación piadosa” de las reliquias, exponiéndolas a la veneración en sendos relicarios de platas, con representación de cabezas humanas, realizados en Burgos entre 1533 y 1536.
En esta hornacina se encuentra también un relicario de San Germán, de mediados del siglo XVI.

PRESBITERIO
El corazón del templo es el presbiterio. Tres son los lugares que acoge este espacio litúrgico: el altar para la celebración de la Misa, el ambón desde donde se proclama la Palabra de Dios y la sede de desde donde preside el sacerdote.
Le preside un Cristo crucificado, obra de la escuela castellana, de la segunda mitad del siglo XVIII.

ALTAR DEL SANTISIMO
La lámpara encendida indica que estamos ante el Sagrario, donde se reserva la Eucaristía. Es lugar de adoración y oración silenciosa a Jesucristo que está aquí realmente presente.
Sobre el altar contemplamos una Piedad de piedra policromada, realizada en 1939, a imitación de la de Gregorio Fernández.
En el mismo altar se encuentran grabados los nombres de los que murieron durante la guerra civil, en el barco-prisión anclado en la bahía de esta ciudad y cuyos restos reposan bajo el suelo del esta nave sur.

RETABLO POPULAR
En esta misma nave se encuentran los relieves (resto de un antiguo retablo) del siglo XVII, con las escenas del Descendimiento y del Entierro de factura popular, asignable al taller de Camargo (Cantabria).
Los CUADROS ubicados en la pared de esta nave, son escenas relativas a la Pasión de Jesucristo, obra de la pintora Teresa Peña (1935-2002)

ALTAR DEL PERPETUO SOCORRO
El actual retablo fue construido en 1951 para contener el icono de la Virgen, pintado por Ernesto Heine. Completa el conjunto un bello frontal de plata.

EL ATRIO
PASADIZO DE LOS AZOGUES
Este pasadizo debe su nombre, según algunos, a las mezclas de mercurio que allí se hacían para fabricar pólvora en el desaparecido castillo de San Felipe, aunque lo más probable es que este nombre se refiera al antiguo azogue, o mercadillo, que en este pórtico se hacía.
En este atrio contemplamos dos puertas. Al oeste la principal, de acceso al templo; al este, la del Perdón, engalanada con una prolija decoración y alusiones al libro del Apocalipsis, que se abría únicamente los años del jubileo y peregrinación a la tumba de los santos mártires Emeterio y Celedonio, patronos de la ciudad y de la diócesis.

1 comentario:

  1. Tienes datos sobre la pila bautismal, de cuándo data? Gracias

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