Un
día como hoy, pero distinto, de manera irregular una muchacha fue llevada en
contra de su voluntad a una celda de un castillo. Empezaron a hacerle
preguntas, ella gritaba “Sacadme de aquí… sacadme de aquí…” ella no sabía
porque estaba allí y temía por su salud y por su vida.
Un
día se presentó un caballero, que le daba pócimas con las que le prometía se
solucionarían la mayor parte de sus problemas. Pasaron los días y ella iba
recuperando sus fuerzas. Ya no le daba miedo estar allí y poco a poco hizo
amigos y amigas.
Pasaron
más días contándolos uno a uno. Hasta que un día le dijeron que ya no tenía que
estar más allí, que tal día se iría sin el hechizo que desde los 16 años le había
cubierto la luz del sol a sus ojos.
Pero
la historia no se acabó aunque no se sabe como todos los humanos, como seguirá.
Ahora sabemos por tanto que ¡No hay mal que por bien no venga! Al igual que después de la noche viene el día
.Y después de la pena viene la alegría. Y el autor decidió llamarla “La
princesa del castillo del lago de las culebras”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leer nuestros artículos. Esperamos poder ayudarte a comprender mejor este tipo de enfermedad. Debido a la escasez de tiempo para la gestión diaria del blog, no nos es posible publicarlo ahora, pero agradecemos muchísimo tu comentario y se publicará a lo largo de la semana. ¡Gracias!