Después de mi primer paso por Calde, por Javier


Después de mi paso por Calde la primera vez, que estuve ingresado quince días, el  tratamiento fue satisfactorio y me dieron el alta. Una vez en casa me dispongo a sacar el carnet de camión que necesitaba para comprar una parada de taxis. Me presenté a la prueba teórica y la aprobé a la primera. Después, más adelante, me presenté a la prueba de aparcamiento y la saqué a la segunda. Posteriormente fui a la prueba de carretera y me suspendieron tres veces, y debido a los nervios no la pude sacar y abandoné.
Tiempo después me dieron una pensión y me fui a vivir con mi madre a la casa de la aldea con mi tía. Mi tía tenía un rebaño de ovejas y yo las llevaba a pastar a los prados. Por otra parte  también teníamos dos huertas y yo ayudaba a plantarlas y a regarlas, para lo cual teníamos un pequeño motor y cogíamos agua de un arroyo pequeño que manaba de una fuente. En verano  íbamos al monte a por leña y yo ayudaba a cargarla y en casa a picarla. Teníamos dos calefacciones, una era de leña y otra de gasoil para el agua caliente. Por la mañana me levantaba a las siete para encenderla y cada media hora le metía leña. En invierno limpiaba la casa y colaboraba en la cocina. El plato que mejor se me daba era el arroz a la cubana y de postre la tarta de queso y la de galletas con chocolate.

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