Ayer tuve el privilegio de asistir por primera vez en mi vida al último acto de los carnavales de la ciudad de Lugo que consistió en una fiesta profana llamada “El entierro de la sardina”. Fue un acto bastante multitudinario. Salimos del Círculo de las Artes y recorrimos la ciudad hasta la Plaza del Campo donde tuvo lugar la parte más interesante del entierro. Había gente disfrazada de capuchones. El que presidía la comitiva, vestido de obispo, dio un sermón que me llamó la atención por lo profanas que parecían.
Se hizo de todo, se cantó, se bailó y se bebió. Lo último que se hizo con la sardina fue enterrarla en un panteón de simulacro.
Y con este acto de casi dos horas se cerraron los carnavales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leer nuestros artículos. Esperamos poder ayudarte a comprender mejor este tipo de enfermedad. Debido a la escasez de tiempo para la gestión diaria del blog, no nos es posible publicarlo ahora, pero agradecemos muchísimo tu comentario y se publicará a lo largo de la semana. ¡Gracias!