La saga de los disgustos, por Juan Carlos


En un lugar no lejano, ocurrían cosas. Cuando la gente se acostumbraba a las personas con las que habitualmente convivía en sus tareas cotidianas y otros aconteceres no tan habituales apenas se daba cuenta esas personas desaparecían, a veces no volvían a ser vistas tan solo de vez en cuando, si había suerte. Luego llegaban otras personas distintas. Y volvía a ocurrir lo mismo. Claro nosotros no lo entendemos bien, tampoco no nos lo explican, pero aún así, sería todo de igual forma. Estoy pensando que los animales de los bosques ríos y mares son de convivencia bastante similar a las gentes de ese lugar, su forma de vivir es parecida.
En otros lugares que existe una convivencia más acomodada también se dan casos de terremotos y dicho así, mareas altas con olas que entran hasta el centro de las pequeñas urbes, algún volcán, tormentas, huracanes, incendios. Estas cosas de momento no se han acercado a esa saga con mucha magnitud y gracias…
Está pareciendo que pudiese haber unas condiciones, que evitan que estas catástrofes se produzcan, pero que puede ser: las montañas, clima, la poca contaminación, la existencia de animales, tanto domésticos como salvajes, menos vehículos de motor de explosión, fabricas,  todo ello pudiera ser lo que elimina el gas ozono de lo que tanto hablan los científicos.  Yo me pregunto: ¿cuánto más evolución y más trabajo, más nos apalea la naturaleza…?.

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